Más de dos horas de interesante análisis sobre las bondades y las dificultades del desarrollo de un programa de convivencia solidaria intergeneracional
El pasado viernes, 13 de diciembre, la Universidad de La Laguna, a través del Laboratorio de Innovación Social de su Fundación General universitaria, organizó una formación por videoconferencia con Solidarios para el Desarrollo. Esta ONG gestiona los programas de convivencia intergeneracional de siete universidades madrileñas, llegando a gestionar hasta 120 convivencias al año entre personas mayores que viven solas y jóvenes estudiantes. A la sesión acudieron, tanto el equipo técnico del programa Convive, como personal investigador de la Universidad de La Laguna.
A pesar de ser viernes 13, no fue en esta ocasión un motivo de “espanto” sino todo lo contrario. La sesión muy positiva e interesante ya que Solidarios para el Desarrollo supo transmitir de una manera práctica toda una dilatada experiencia en convivencias intergeneracionales desde 1995.
Entre los muchos temas tratados podemos destacar la importancia del papel de las universidades y administraciones locales para su correcto desarrollo, la comunicación eficaz, el trabajo en red o la necesidad de hacer hincapié en la solidaridad de este tipo programas.
El proyecto de convivencia intergeneracional de la Universidad de La Laguna “Convive” cuenta con el apoyo de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias a través de las líneas de ayuda a personas mayores, inmigración, voluntariado e inclusión social. Del mismo modo, cuenta con la colaboración de instituciones, como los Ayuntamientos de San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, programas como “El Teléfono de la Esperanza”, y diversas organizaciones del tercer sector.
Solidarios para el desarrollo
Nació hace 30 años en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, donde un grupo de universitarios y el profesor José Carlos García Fajardo iniciaron el seminario ‘Solidaridad’ y comenzaron su acción voluntaria colaborando en diferentes proyectos en Madrid.
Solidarios para el Desarrollo está formado por personas voluntarias comprometidas con quienes sufren la exclusión social, la discriminación y la soledad. Su principal público objetivo son personas sin hogar, personas que están en la cárcel, aquellas que sufren enfermedades severas o mayores en situación de vulnerabilidad. Por medio de la acción social, la comunicación y la incidencia, tratan de romper prejuicios para transformar la sociedad.