Investigadores de la ULL llevan una década estudiando la diversidad religiosa para una fundación estatal

jueves 21 de enero de 2016 - 09:28 CET

Investigadores de la ULL llevan una década estudiando la diversidad religiosa para una fundación estatal

Francisco Díez de Velasco, catedrático del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna, es uno de los investigadores más reconocidos en el ámbito nacional en el estudio de las religiones.

Desde hace aproximadamente una década, su equipo colabora con la Fundación Pluralismo y Convivencia del Ministerio de Justicia elaborando estudios sobre la distribución geográfica de las diferentes confesiones religiosas, así como estudios específicos sobre algunas de ellas. El último se ha ocupado de la Iglesia Ortodoxa en España, cuyos resultados han sido publicados por la editorial Akal.
La importancia de la Iglesia Ortodoxa en España ha aumentado en los últimos años, dado que los rumanos ya son el colectivo extranjero más numeroso, por encima del marroquí. El especialista advierte que resulta complicado dar una cifra exacta de personas adscritas a esta o a cualquier otra religión ante la falta de datos fiables, pero estima que, al igual que los musulmanes, supera el medio millón de personas. Este estudio sobre los ortodoxos es el segundo que realiza el equipo sobre una religión concreta; el primero, publicado en 2013, versó sobre el budismo.
De cara al futuro, Díez de Velasco cree que un tema de notable interés en España y en especial en Canarias sería el hinduismo. Esta dedicación a confesiones no tan difundidas como el islam o los grupos cristianos obedece a que su equipo se ha especializado en “las minorías de las minorías”. En el caso del hinduismo, es especialmente relevante en Canarias, pues está asentada desde hace siglo y medio y, además, la mitad de sus fieles de toda España reside en las islas.
Estudios sobre religión
La relación con la Fundación Pluralismo y Convivencia comenzó casi desde su fundación en 2004. La primera tarea que realizó el organismo fue la elaboración de un mapa de las religiones en España, para lo cual se contactó con varios grupos de investigación nacionales. El de la ULL se encargó de Canarias, y los resultados aparecieron publicados en 2008.
El siguiente proyecto se centró en estudiar el contexto principal dónde se gestiona la pluralidad religiosa: el municipio, ámbito clave porque es la administración que, por ejemplo, concede suelo público para construir centros religiosos u otorga permisos de apertura de lugares de culto. Se trató de un gran proyecto que involucró a más de una decena de equipos de toda España. El de la ULL se centró en cuatro grupos relevantes en otros tantos municipios canarios: uno budista de Las Palmas de Gran Canaria; uno musulmán de Santa Lucía de Tirajana; otro anglicano del Puerto de la Cruz; y uno hinduista de Adeje.
Los investigadores comprobaron que los municipios carecían de responsables específicamente encargados de gestionar la diversidad religiosa, o que ésta había estaba adscrita al área de inmigración. “Y la diversidad religiosa no tiene necesariamente que ver con la inmigración”, matiza Díez de Velasco. “La mayoría de los evangélicos de Canarias, por ejemplo, no tienen que ver con un perfil inmigrante. Y menos aún en el caso de los hinduistas, que llevan desde 1860 en Canarias”.
El tercer trabajo para la fundación fue una guía técnica para la implementación y gestión de espacios multiconfesionales. Cuando se construyen espacios públicos como aeropuertos, hospitales, cuarteles o prisiones, el estado debe velar por la libertad religiosa y la propuesta fue un espacio polivalente, pues no sería viable que cada centro contara con sala para cada una de las confesiones.
La propuesta fue, al igual que el resto de estudios elaborados para la fundación, validada por las comunidades religiosas, y se apostó porque estos espacios fuesen inclusivos más allá de los grupos religiosos, pudiendo satisfacer también las necesidades de quienes necesitan un espacio de reflexión sin connotaciones religiosas: “Puedes estar en el hospital por un familiar en estado grave, y necesitar contar con un espacio de recogimiento aunque no profeses una religión determinada. Es lo que llaman las Salas de Silencio”.
Díez de Velasco explica que las autoridades religiosas reaccionan generalmente bien a estos estudios porque están avalados por la Fundación Pluralismo y Convivencia y ayudan a visibilizar la diversidad religiosa. Desde su perspectiva académica, observa un panorama favorable a la integración religiosa, lo cual parece diferir de la visión que se da ella desde determinados discursos de la política o el periodismo. El experto señala que es quizá porque son ámbitos que manejan “otras agendas” que las de la investigación.
La comunidad musulmana es, probablemente, la que genere más recelos, pero el experto cree que en parte es por una mera dificultad de comunicación, muchas veces de orden idiomático. “Desde que las mezquitas hacen jornadas de puertas abiertas y explican sus ritos a los vecinos y quienes quieren pasar, se disipa la inquietud. Y los ‘elementos raros’ que puedan haber -que siempre los hay en todos los colectivos- pues si no cumplen las leyes, recae sobre ellos el peso de las mismas. Hay libertad religiosa mientras se cumpla la legalidad: ese es el límite que marca la Constitución”.
Curiosamente, para el especialista un problema religioso en la España actual sería, precisamente, el encaje que tienen las personas que no profesan ninguna creencia religiosa. “No hay grupos fuertes que organicen la interlocución con el estado como ocurre en otros países. Y es necesario que existan para que el discurso oficial incluya en alguna medida esa postura”, indica.
 
(Nota cedida por el Gabinete de Comunicación de la Universidad de La Laguna)