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La primera de estas intervenciones informativas se ha desarrollado en el Aula Magna de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, y se ha centrado en la presentación de las posibilidades existentes para los investigadores que deseen desarrollar proyectos en Alemania. Por la tarde se presentará en el mismo escenario los contenidos referidos al intercambio estudiantil. Mañana, miércoles 21 de octubre, se repetirán las intervenciones en diferente escenario: el Salón de Grados de la Sección de Química de la Facultad de Ciencias).
El ponente fue presentado por la vicerrectora de internacionalización de la ULL, Mª del Carmen Rubio, quien destacó que Alemania es uno de los destinos prioritarios en el proceso de apertura al exterior de la institución. Reveló que en la actualidad se mantienen unos 120 convenios de colaboración con 65 universidades de aquel país, y que en este curso hay 125 estudiantes alemanes en el centro tinerfeño con motivo del programa de intercambio Erasmus.
Por contra, solamente 23 estudiantes locales han salido a Alemania en dicho programa, en parte porque la obligatoriedad de poseer un nivel B1 de idioma alemán para poder participar. La vicerrectora cree necesario fomentar el intercambio y para solventar la barrera idiomática cree que ayudará mucho el hecho de que en el país germano se está apostando por la docencia en inglés.
Mark Reznieck explicó que Alemania es un estado especialmente permeable a la presencia extranjera en sus universidades y centros de investigación: de este modo, el 15% de los investigadores presentes en el país y el 12% de los estudiantes universitarios (sin incluir a los Erasmus) son foráneos.
Explicó que el sistema universitario alemán está bastante equilibrado. Al contrario que en América o Reino Unido, que poseen unas pocas instituciones señeras que acumulan gran parte de la financiación, en Alemania los fondos están más repartidos. Por ello, señaló que “vale mucho la pena informarse sobre los centros a los que ir, porque los hay de mediano y pequeño tamaño con mucho impacto”.
Además de las universidades, otra vía para desarrollar investigación sería incorporarse a algunos de los centros científicos de los que dispone el país. Citó cuatro ejemplos: el Instituto Max Planck, dedicado a la investigación básica; el Hemholtz, que apuesta tanto por la ciencia como por la sociedad y la economía; el Fraunhofer, centrado en la investigación aplicada y con una fuerte inversión de capital privado; y los centros Leibniz, que además de desarrollar investigación, ofertan infraestructuras como museos, bibliotecas o centros de cálculo.
Otra de las vías para incorporar investigadores sería la realización de un doctorado a través de las dos modalidades existentes: individual, en el que el alumno es libre de elegir temática y está directamente supervisado por un tutor; o estructurado, realizando una investigación que forma parte de un programa mayor.
Rezncek también explicó qué es el Servicio Alemán de Intercambio Académico, una institución independiente en la que participan todas las universidades públicas del país que ha cumplido ya 90 años de existencia y ofrece 75.000 becas anuales, la mitad para que universitarios alemanes hagan estancias fuera del país y la otra mitad para acoger a extranjeros en sus centros.
*Nota cedida
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