Avenida de la Trinidad, 61
Apartado Postal 456
38200, San Cristóbal de La Laguna
Santa Cruz de Tenerife - España
Teléfono: (+34) 922 31 92 00
Whatsapp: (+34) 922 31 92 00
Correo electrónico: info@fg.ull.es
Solicitar cita previajueves 28 de noviembre de 2013 - 16:14 CET
El profesor de la Universidad Pompeu-Fabra fue el encargado de abrir la XIII Jornada Técnica Sobre la Migración Extranjera en Tenerife, que se ha celebrado hoy, jueves 28 de noviembre en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de La Laguna.
El profesor de la Universidad Pompeu-Fabra Ricard Zapata-Barrero fue el encargado de abrir la XIII Jornada Técnica Sobre la Migración Extranjera en Tenerife, que se ha celebrado hoy, jueves 28 de noviembre en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de La Laguna. En su opinión, las instituciones deberían abogar por crear políticas tendentes a fomentar la interculturalidad, entendida esta como la interacción entre personas pertenecientes a diferentes culturas.
Previamente, esta jornada organizada por el Observatorio de la Inmigración de Tenerife (OBITen) fue inaugurada por el rector de la ULL Eduardo Doménech, y el consejero del área de Empleo, Desarrollo Económico, Comercio y Acción Exterior del Cabildo Insular de Tenerife, Efraín Media.
El rector valoró el esfuerzo del cabildo por mantener el proyecto OBITen en marcha, y se refirió a cómo éste ha ido evolucionado a la par que lo hacía el propio fenómeno de la inmigración, de tal modo que en estos momentos se está ocupando más de conceptos como ‘convivencia’ e ‘integración’ entre la población de origen foráneo y la local. Para ello, se están desarrollando proyectos como iJuntos en la misma dirección’ o la ‘Estrategia antirumores para prevenir el racismo’.
Políticas interculturales
En su conferencia, el profesor Ricard Zapata-Barrero confrontó los términos ‘multiculturalismo’ e ‘interculturalismo’. El primero es el mero reconocimiento de la existencia de diferentes culturas, pero es un concepto estático sin ir más allá y olvida la interacción con las personas. ‘¿Por qué los marroquíes no se relacionan con los chinos, ni éstos con los locales? La interacción importa’, y explicó que la interculturalidad se refiere precisamente a ella.
Para el especialista, a través de la interculturalidad se gestiona la relación entre colectivos diferentes, pero partiendo de la base de que en lo cultural no hay nada fijo: ‘Todo el mundo debe comprender que no está en ningún ámbito inamovible y debe aceptar el cambio’.
Durante la conferencia, se pusieron numerosos ejemplos de que la diversidad social es un elemento de ventaja para la sociedad. Así, habló de experimentos psicológicos en los que se planteaba un problema y se pedía a dos grupos de personas que lo resolvieran: uno compuesto por personas de la misma cultura, y otro de carácter diverso. Se comprobaba que el segundo resultaba más eficaz, precisamente por la riqueza que aportan los diferentes sustratos culturales.
Sin embargo, para el especialista existe un gran problema conceptual: ¿quién define qué es diversidad? Es frecuente que las instituciones que abordan ese concepto nunca se incluyan en él, de tal modo que al final ‘la diversidad son los otros’. Por ello, es fundamental que la población autóctona forme parte de todos los procesos.
Las autoridades deberían fomentar proyectos comunitarios que se retroalimenten: subvencionar proyectos que obliguen a que diferentes colectivos se relacionen entre sí, en lugar de limitarse a dar fondos para que cada comunidad celebre por separado y de manera cerrada un acto particular. En este punto, el especialista puso en valor ‘los pocos espacios públicos que quedan’ como ámbitos para generar este tipo de acciones.
La interacción entre culturas puede ser horizontal, es decir, de igualdad entre los individuos. Otro nivel sería el vertical, entre las personas e instituciones públicas, en la que se debe establecer un proceso de negociación: se pueden llegar a límites no admisibles, como, por ejemplo, el uso del ‘burka’, pero ha de existir esa voluntad de diálogo y acuerdo.
Existiría aún un tercer nivel de interacción, el interpersonal, consistente en comprobar qué cambia en las personas que entran en contacto entre sí, partiendo de que en esa relación debe existir la predisposición a cambiar. ‘Lo importante no es la capacidad de convencer, sino la que se tiene para cambiar. Y para esto no estamos preparados’, reflexionó el experto.
El ponente justificó la necesidad de intervenir en el ámbito de la interculturalidad aduciendo que sería muy fácil no hacer nada y dejar que todo se desarrollara por sí solo, pero ello sólo conduciría a reproducir estructuras de poder preexistentes. Puso como ejemplo la intervención en asuntos de género: ha sido necesaria porque, de otro modo el hombre, que mantiene el poder, habría puesto trincheras. Algo similar ocurre con la interculturalidad.
Zapata-Barrero reconoció que sería un proceso complejo, que exigiría un gran acuerdo social y político para gestionar el impacto que puedan tener los cambios en la tradición sobre los ciudadanos nacionales y afectar al mínimo la lealtad de los ciudadanos y los derechos de los inmigrantes. Es necesario crear una nueva ‘carta de convivencia’, lo cual es complejo porque, nuevamente, ¿quién la decide? ¿Y cómo?
El ponente recordó que Max Weber ya teorizó que la tradición es lo que siempre ha permanecido sin necesidad de justificación, pero que se debe renegociar cuando aparece un nuevo paradigma. Y usó un ejemplo muy gráfico: el alcalde de Barcelona ha dejado de mandar la felicitación de Navidad del ayuntamiento a sus contactos musulmanes, se ha visto obligado a variar su tradición en aras de la convivencia armónica.
También añadió otro ejemplo de carácter mucho más personal, que habla de cómo la sociedad puede evolucionar hacia la interculturalidad simplemente por el contacto entre iguales: ‘Mi hija de ocho años me pidió que compráramos palillos porque su amiga japonesa iba a venir a comer. Es decir, estaba dispuesta a aceptar espontáneamente costumbres ajenas en aras de la mejor comunicación. Y eso me pareció muy emocionante’.
(Noticia cedida por el gabinete de comuniación de la Universidad de La Laguna)
Comentarios recientes