'Cambio de chip', un artículo de Vicente Zapata sobre Barrios por el Empleo

martes 05 de julio de 2011 - 12:16 CEST

Tras nueve meses de trabajo, Barrios por el Empleo se sitúa como una ilusionante propuesta de desarrollo local a través de la dinamización del empleo en el lagunero barrio de La Cuesta

Tras nueve meses de trabajo, Barrios por el Empleo se sitúa como una ilusionante propuesta de desarrollo local a través de la dinamización del empleo en el lagunero barrio de La Cuesta. El crecimiento de este proyecto emana de la vinculación del tejido vecinal de la zona, con Vecinos al Proyecto al frente, y del trabajo comprometido de más de veinte personas entre personal técnico (con participación de la FEULL), voluntariado y representantes de instituciones. Una de las personas más directamente implicadas es Vicente Zapata. Zapata es Doctor en Geografía e Historia y Profesor Titular de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna; pero además de su intensa labor académica es un apasionado de las iniciativas de desarrollo comunitario lo que se refleja en el concienzudo trabajo que desarrolla como Director del Proyecto Barrios por el Empleo.

A continuación, adjuntamos un artículo de opinión firmado por el propio Zapata y publicado en el periódico local La Laguna Mensual sobre el proceso que supone Barrios por el Empleo. Al final del mismo, pueden consultar otros reportajes de La Laguna Mensual en relación a Barrios por el Empleo.

Cambio de chip, Vicente Zapata

La crisis económica que se ha instalado entre nosotros, incidiendo de modo particular a las familias, se refleja sobre todo en los barrios. Si bien lo que vemos, escuchamos o leemos se refiere en muchos casos a un plano más general o global, los efectos palpables de este periodo de dificultades se encuentran realmente en nuestro entorno cotidiano, conociendo incluso a las personas más afectadas por la nueva coyuntura.

Ante esta situación, desconocida sobre todo para los más jóvenes, las comunidades pueden adoptar dos actitudes. La de resignarse como si de un castigo divino se tratase, hasta que otros tomen las decisiones oportunas que nos puedan llegar a influir de manera positiva. O la de rebelarse frente a las circunstancias, adoptando una posición más proactiva, actitud que pueda contribuir a ser parte de la solución.

Después de años de crecimiento y bonanza económica, periodo en el que no era difícil mantener el empleo aún con escasa capacitación, así como acudir al ámbito asistencial cuando la cosa no iba demasiado bien, las circunstancias han girado radicalmente. Y así, observamos que en nuestros barrios han aumentado de forma notable los índices de desempleo y la afluencia a los servicios sociales. Ahora es cuando se evidencian los problemas derivados de la falta de conocimiento y capacitación de las personas.

Conocimientos generales y capacidades profesionales. También de herramientas para la búsqueda activa de empleo, derivadas de una amplia etapa en la que existían más oportunidades de colocación y muchas veces el trabajo incluso tocaba a nuestra puerta; no había que ir a buscarlo, acudía de una u otra manera. Formación que no se adquirió en su momento, o que, tal vez, no se enriqueció y amplió cuando era posible y que ahora viene a pasar una amarga factura.

En este contexto desea incidir una modesta iniciativa denominada Barrios por el Empleo. Aparte de intentar conectar progresivamente la oferta con la demanda laboral que se genera en el marco local, pretende hacer énfasis en tres cuestiones fundamentales: la capacitación para el empleo, la adquisición de herramientas para encontrar trabajo y la superación del enfoque individual en el enfrentamiento de los problemas que se derivan de una situación de dificultades.

La formación como recurso fundamental para acceder al empleo, mediante la información y el asesoramiento acerca de las oportunidades formativas que existen en el entorno más próximo de las personas, que son, con más frecuencia, las que desconocemos u otorgamos menos valor. Capacitación específica para el empleo inmediato, pero, también, formación considerada para producir resultados en el medio plazo.

La adquisición de herramientas para que las personas se puedan desenvolver en contextos de dificultad extrema, crecientemente competitivos, en los que es necesario disponer de claves para encontrar oportunidades de inserción profesional. Y una vez próximos a las mismas, saber concretarlas haciendo valer las capacidades propias.

El cambio en las formas de enfrentar desde el marco local las nuevas situaciones, superando su gestión eminentemente individual para explorar las posibilidades y beneficios que se derivan del trabajo compartido, de la fortaleza y proyección que puede adquirir una acción más grupal, propiciando la generación y/o el fortalecimiento de las relaciones interpersonales e interinstitucionales.

Y es que, entre las novedades que puede traer la nueva etapa, de la que, sin duda, debemos extraer conclusiones y enseñanzas positivas, que sirvan para enfrentar el futuro con más garantías, se encuentra la de intentar dejar atrás fórmulas que han acentuado las conductas individuales, para aprovechar todo lo bueno que tiene la colaboración entre las personas. Mejor acompañado, supone el principio fundamental de lo que puede suponer un auténtico cambio de chip. Para todos, instituciones, empresas y particulares.